El sábado 12 de junio asistimos a una nueva actividad acuática: el kayak. Este tuvo lugar a lo largo del descenso del río Ebro en un trayecto de aproximadamente 3 horas donde pudimos disfrutar de la inmensidad del río como nunca. Tuvimos la oportunidad de escuchar el sonido de los pájaros y observar la abundante vegetación de la ribera del Soto de Ranillas, aparte de jugar y entrenar nuestras habilidades en remo. También nos lanzamos al agua y apreciamos la imponente fuerza del río conforme avanzamos, dejándonos al final llevar por la corriente. Comprobamos que la calidad de sus aguas es idónea para el desarrollo y crecimiento de múltiples animales invertebrados.
Después de recorrer este increíble patrimonio natural nos adentramos hacia la zona urbana de la Expo, terminando de ver el atardecer en el casco histórico, con el Pilar iluminado ante nuestras miradas. Compartimos además anécdotas y polémicas en relación con el río Ebro y su recorrido histórico. Es una experiencia que sin duda merece ser vivida y te hará ver de otra forma este elemento principal de la capital ribereña.
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